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¿El expediente del hilo y de la aguja podrá finalmente mutar en un expediente digital, que esté online las 24 horas del día y que acorte los plazos de los procesos, agilizando, por ejemplo, las notificaciones? Hoy, esta idea inspira un trabajo intenso que encara la Corte Suprema de Justicia de la Nación junto con numerosos tribunales de diferentes fueros del país.
Con la mira puesta en el proyecto de modernización del Poder Judicial, la Corte impulsa la tarea de la Comisión Nacional de Gestión Judicial integrada por los propios jueces y liderada por el presidente del Alto Tribunal, Ricardo Lorenzetti.
Notificaciones electrónicas en juzgados civiles de la Capital, capacitación del personal de las mesas de entradas de juzgados civiles, comerciales, laborales y criminales de la Capital y el interior, comunicación online con organismos vinculados a la actividad judicial y con las fuerzas de seguridad, son algunas de las tareas que ya realizan numerosos tribunales en todo el país.
Justicia lenta no es Justicia
El objetivo de este despliegue del aparato judicial es ni más ni menos que mejorar la gestión interna para que las decisiones de los jueces demoren menos tiempo. Todo un desafío, teniendo en cuenta que el principal reclamo de la comunidad hacia el Poder Judicial es que sea más rápido.
"Se habla de la Justicia lenta pero en realidad se conoce muy poco cómo trabajamos los jueces y qué estamos haciendo para revertirlo", reflexiona Mirta López González, jueza de instrucción e integrante de la comisión de gestión.
“Por ejemplo, si estamos por tomar una declaración a un testigo y lo tenemos esperando por horas en el pasillo del juzgado y nadie sale a decirle que estamos esperando a un detenido o tenemos que cumplir con alguna forma legal, va a haber malestar. Nosotros qué hacemos ahora: salimos y le explicamos lo que sucede puertas adentro, buscamos comunicarnos”, señala la jueza.
El procedimiento no es una reacción intuitiva de un magistrado aislado sino un mecanismo previsto en “instructivos” que manejan una media docena de juzgados del fuero criminal y correccional de la Capital y que unifican los procesos de gestión del expediente desde que llega el primer escrito a la mesa de entradas.
“Buscamos repetir los procesos en los juzgados piloto en los que se trabaja en gestión de mesa de entradas sobre la base de instructivos que entregamos a los operadores del sistema”, explica Luis Maria Palma, coordinador general del proyecto.
“Todo está previsto, queremos evitar trabas burocráticas, agilizar el sistema y si algo no funciona bien, lo notificamos, mensuramos el problema y buscamos la solución”, agrega López González.
Una docena de juzgados de los fueros civil, comercial, criminal y correccional y del trabajo ya están poniendo en práctica este nuevo sistema de gestión. Muy pronto se extenderá también a fueros del interior, como Salta, Corrientes y Posadas.
Notificaciones electrónicas, un cambio de paradigma
Otro de los proyectos que impulsa la Comisión Nacional de Gestión también está viendo la luz en cuatro juzgados civiles de la Capital: las notificaciones electrónicas.
"La idea es revolucionaria para nuestro sistema de trabajo, apegado al papel: notificar por correo electrónico las resoluciones del juzgado destinadas a las partes”, explica Gustavo Caramelo, uno de los jueces civiles que encara entusiasmado el proyecto que podría reducir hasta un 70% los tiempos de un proceso civil.
Es que las notificaciones insumen la mayor parte del tiempo útil de cualquier juicio. “Cada cédula de notificación en Capital demanda alrededor de diez días del proceso, si es en provincia puede demorar tres o cuatro meses. Entonces si miramos la línea de vida de un juicio, un 70% en promedio no fue tiempo útil del debate judicial sino que fue consumido por las notificaciones”, advierte Caramelo.
El proyecto de notificaciones electrónicas ataca al corazón del problema. Una vez que el juzgado dicte una resolución y la notifique a las partes, ésta se enviará a un servidor adaptado específicamente para alojarlas. El servidor a su vez dispara un e-mail a la casilla de correo del abogado de la parte a la que se va a notificar. Ese e-mail le avisa que tiene una notificación pendiente en el sistema. El letrado puede ingresar o no al servidor con su contraseña. Si lee el e-mail, queda notificado y el sistema dispara un comprobante para el juzgado.
“Por ahora, estamos lejos del expediente digital. Sin embargo, esta experiencia permitirá reducir los tiempos del trámite y el volumen de papel circulante que tiene enorme incidencia en las mesas de entradas y en los propios edificios”, relata Caramelo.
El dato no es menor teniendo en cuenta que el fuero civil es el más voluminoso de la Justicia nacional de la Capital. Sólo la Mesa General de Entradas de Lavalle 1220 recibe cerca de 5000 escritos por día para ser distribuidos en los 110 juzgados de primera instancia y las 13 salas de la cámara de apelación.
Por eso, el fuero encara un trabajo aún más intenso en materia de gestión, al poner en marcha su propia comisión interna -presidida por el camarista Oscar Ámeal- e impulsar un proyecto para crear una nueva mesa general de entradas en el edificio de Avenida de los Inmigrantes 1950, donde funcionan 49 juzgados del fuero.
Según Ameal, “las mesas de entradas generales agilizan el ingreso y la circulación de expedientes y descomprimen el trabajo de los juzgados lo que permite reasignar personal para otras tareas". El dato es clave puesto que cada juez civil llega a revisar por día por día cerca de 800 expedientes.
La competencia es del Consejo
¿Por que demoran tanto los juicios? Porque los plazos procesales se estiran a fuerza de notificaciones, pedidos de informes y burocracia interna muchas veces innecesaria. Lo reconocen los propios magistrados, al tiempo que resaltan que hoy cualquier proyecto de reforma judicial debe enfocarse en mejorar la gestión y utilizar los recursos que brinda la tecnología.
"Hay que transformar internamente el Poder Judicial, incorporar criterios de gestión, porque la que tenemos es del siglo XVII. Estamos trabajando para que esa gestión, que apunta al cambio cultural, sea también respaldada por la tecnología", resume el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti.
Por eso, mientras la Corte impulsa cambios en la gestión, todas las miradas se enfocan en el Consejo de la Magistratura, el organismo que debe llevar adelante el proyecto de informatización del Poder Judicial.
De la eficiencia del Consejo dependerá entonces, por ejemplo, que funcione el sistema de consultas online que puso en marcha la cámara comercial para solicitar informes a los registros de propiedad inmueble, de automotor, de reincidencia y de estadística criminal. O el proyecto de la Cámara Criminal y Correccional para comunicarse vía correo electrónico con las fuerzas de seguridad.
Maria Bourdin
mbourdin@csjn.gov.ar