Conmemoraron los cien años de su creación los vocales de la Corte actual, mediante la colocación de una placa de mármol en el hall de acceso principal del Palacio de Justicia de esa provincia, el día viernes 22 de agosto
San Miguel de Tucumán, 25 de agosto de 2008
El 24 de agosto se cumplió el centenario del inicio de las actividades como Corte Suprema de Justicia de la Provincia, creada por la Carta Magna Provincial de 1907 y organizada efectivamente al año siguiente por la Ley N° 957/1908.
La composición de la primera Corte se integró con siete Vocales bajo la presidencia del doctor José Ignacio Aráoz y con los doctores Fernando de Zavalía (Vocal Decano), Gustavo Silvetti, Próspero Mena, Miguel Viaña, Benjamín Matienzo y Luis Cossio.
En este aniversario, se quiso homenajear a los primigenios integrantes de este Tribunal pero no simplemente por su actuación personal, la cual fue todas luces destacada, sino porque aquella Corte representaba la consolidación de los ideales de independencia, equidad y justicia que desde hace cien años acompañan a quienes asumen como propia la tarea judicial. Es necesario recordar que este cuerpo fue el resultado de la Constitución de 1907, una norma que no sólo organizó la vida social e institucional de la provincia sino que plasmó en su texto los anhelos de progreso y legalidad de, tal vez, la generación más brillante de nuestra provincia. En este marco, la definitiva organización judicial, encarnada a través de esta Corte Suprema, iniciaba el camino de la moderna institucionalización del Poder Judicial con el claro objetivo de velar por los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos de la provincia mediante un ajustado servicio de justicia y una imprescindible independencia frente a los restantes poderes del Estado.
Resulta apropiado recordar que los integrantes de la primera Corte de la Provincia tuvieron un incuestionable prestigio social y jurídico y que su actividad estuvo caracterizada por una profusa actividad que, imperiosamente, buscó asegurar la correcta administración de la justicia provincial a través de un servicio ágil, sólido y eficaz. Estas preocupaciones de aquellos Vocales pueden corroborarse con el testimonio histórico de las numerosas resoluciones de la Presidencia y las acordadas de la Corte que dejan, hasta el presente, plasmada esa impronta.