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Desde agosto de 2011 se desarrolla una experiencia de mediación penal en General Pico, provincia de La Pampa. La implementación se inició a solicitud del doctor Pablo Díaz Lacava, titular del juzgado residual de la Segunda Circunscripción. Posteriormente, se sumaron el juzgado del doctor Luis Abraham y la fiscalía de la doctora Ana Laura Ruffini.
En principio, desde el juzgado se ofrecía a las partes la posibilidad de arribar de manera consensuada a la solución del conflicto. Con el correr del tiempo, fueron las mismas partes quienes comenzaron a requerir la aplicación del procedimiento.
Solicitada la autorización pertinente al Superior Tribunal, se derivaron las causas a las mediadoras autorizadas, las doctoras Lidia Pechín y María García Fava, quienes desarrollan dicha tarea fuera del horario habitual en el que se desempeñan como secretarias de los Juzgados Nº 4 y de Familia y Menor. Terminado el proceso de mediación se devuelve el expediente al juez con copia del acuerdo logrado o constancia de cierre del proceso sin acuerdo.
Desde fines de agosto a la fecha se derivaron a mediación quince (15) causas, de las cuales once aún se encuentran en trámite, algunas de ellas transitando acuerdos provisorios. De los otros cuatro casos, en dos de ellos las partes arribaron a un acuerdo y los otros dos se cerraron sin acuerdo.
Las mediaciones se desarrollan a partir un marco regulatorio establecido al efecto, respetando los principios de confidencialidad, voluntariedad y neutralidad, establecidos en el proyecto de ley de mediación penal.
Los casos
Una de las causas mediadas y acordadas se originó en un caso de lesiones sufridas en ocasión de un accidente de tránsito; el expediente databa del año 2008, existiendo un pago efectuado por la compañía de seguros. Se realizaron cuatro audiencias. La víctima no se sentía reparada, se evidenciaba que podría haber sido, a su vez, víctima de una estafa por el cobro de la indemnización del seguro. El imputado ofreció una reparación, a ser cumplida en el plazo de un mes, que se concretó. Se solicitó el levantamiento de la confidencialidad y se comunicó a fiscalía la presunta estafa. El plazo en el cual se llegó al acuerdo en mediación fue de menos de un mes.
Otra de las experiencias de mediación en las que se arribó a un rápido acuerdo (diez días) se originó en una denuncia por lesiones leves. La causa parecía poco gravosa, pero sin embargo tenía un alto contenido emocional debido a la relación existente entre las partes por sucesos ocurridos con anterioridad. Se realizaron tres audiencias; ambas partes pudieron expresarse largamente sobre los hechos, se pidieron mutuamente disculpas y la damnificada solicitó el cierre de la causa. No existían intereses económicos. Sin embargo, el trámite del proceso implicó indirectamente para el imputado la pérdida de su trabajo. Estas circunstancias se pudieron hablar, (las partes viven en el mismo barrio y para ellas significaba una carga no poder saludarse o “mirarse mal” al encontrarse. Cuando llegó el día de la audiencia conjunta no se miraban a los ojos; al finalizar la misma, una de ellas ofreció a la otra llevarla en su auto a la casa).
Otro caso tuvo como protagonistas a dos vecinas que tenían varias causas cruzadas por lesiones, daños y amenazas. Las partes no viven en General Pico. A fin de operativizar las Reglas de Brasilia, se concurrió a mediar al pueblo de residencia, realizando cuatro audiencias en un mismo día. El conflicto llevaba un año y se acordó provisoriamente que comenzarían a saludarse cuando se encontraran. La asistente social de la localidad quedó a cargo del seguimiento del caso y se realizaron llamadas telefónicas para reforzarlo. Se espera pronto concurrir a realizar una audiencia conjunta con el fin de arribar a un acuerdo definitivo.
Justicia amigable
La mediación es una herramienta que ofrece la justicia para gestionar de modo diferente la conflictividad que se ha judicializado. Otorga a las partes afectadas por un hecho la oportunidad de tomar sus propias decisiones sobre el conflicto.
Se puede observar en la práctica que las personas han colaborado activamente, adoptando una actitud franca y positiva. Los abogados que han participado en los procesos aportaron asimismo su colaboración y conocimientos en pos de la resolución del conflicto. El procedimiento ha resultado, a partir de la experiencia recogida en este breve plazo, una herramienta efectiva para hacer una justicia más amigable.