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Este miércoles, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de Córdoba leerá el veredicto en el juicio oral que se le sigue al ex presidente de facto Jorge Rafael Videla y al ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez, junto a otros 28 imputados, por delitos de lesa humanidad cometidos durante el último gobierno militar.
En la última audiencia del proceso, Menéndez hizo uso de la palabra. Aquí algunos tramos de su testimonio:
"Nunca atacamos a la población civil. Todos o casi todos los presos fueron juzgados por la justicia federal, y condenados muchos de ellos. Ninguno de ellos explicó el motivo de su detención. Las sentencias confirmaron que habían participado de alguna acción armada".
"El testimonio no puede aceptarse por estar viciado de nulidad, por su evidente parcialidad. Puedo preguntarme porque se nos juzga a nosotros cuando un juez en aquella ocasión los condeno a ellos y fue un asunto terminado. Ahora vuelve a empezar. La confusión y la fusión que hacen las querellas entre guerra revolucionaria y gobierno militar pretendiendo que ambas cosas son lo mismo y que fueron contemporáneos".
"Ellos arguyen que los terroristas del 70 actuaban en defensa de la democracia y pretenden que los militares desde el gobierno los perseguían por pensar distinto. La realidad es que un año antes del 24 de marzo de 1976, el gobierno democrático nos ordenó aniquilar la subversión en todo el territorio de la Argentina".
"La guerra contrarrevolucionaria comenzó un año antes del gobierno militar y los procedimientos no cambiaron en nada después del 24 de marzo. Nuestros enemigos fueron los terroristas marxistas. Jamás perseguimos a nadie por sus ideas políticas".
"Caparrós, montonero dice: la subversión marxista de la que yo formaba parte quería sin dudas asaltar el poder en la Argentina para realizar un cambio social. Queríamos una sociedad socialista sin economía de mercado".
"¿Qué hubiera pasado si el ERP hubiera triunfado? Es una pregunta que vale la pena hacerse. No nos chupemos el dedo. La verdad es que nosotros nunca pesamos en la democracia, eso dice gente del ERP, pensábamos en la democracia en los términos de Lenin, como un instrumento, un paso para el socialismo".
"Estos testimonios, sumados al análisis crítico de la historia permite concluir a cada persona que la versión actual del asunto es falsa. Quien mejor desenmascara estas falsedades es un filósofo francés Tsvetan Todorov. Este intelectual nacido en 1939 manifiesta sobre el catálogo del parque de la memoria".
"Pero no se puede comprender el destino de esas personas sin saber porque ideal combatían ni de qué medios se servían, han sido reducidas al papel de victimas pasivas que no tuvieron vida propia, sin embargo su tragedia va mucho más allá de la derrota y la muerte. Luchaban en nombre de una ideología que si hubiera salido victoriosa hubiera provocado tantas víctimas como sus enemigos. Eran combatientes que sabían que asumían ciertos riesgos, No hay lesa humanidad cuando se combate con enemigos armados".
"Omiten parcelas enteras de historia. El juicio equitativo es aquel que tiene en cuenta el contexto en el que se produjeron los hechos. Su concepto es distinto al que quisieron mostrarle sus anfitriones en esta visita. Sin tener arte, ni parte, simplemente por estar en la ruta de conquista del comunismo internacional, los argentinos recibimos el asalto del terrorismo marxista".
"Era la guerra revolucionaria. No se trataba de pretender arrancarnos un pedazo de territorio. La subversión apuntaba al alma de nuestro pueblo para someterlo a un régimen brutal. El propósito de los subversivos era asaltar el poder para instaurar un régimen comunista bajo el cual Argentina se convertiría en un satélite de Rusia y a nivel interno impedirnos, pensar, entrar y salir del país, disponer de nuestras vidas porque todo seria manejado por el estado totalitario".
"Mienten los que afirman que el pueblo fue un convidado de piedra en la guerra. El pueblo era el objetivo que pretendía la guerra revolucionaria. Por eso no agredió y por eso los vencimos. El pueblo percibió que sus fuerzas armadas los defendían y nos brindo su apoyo. En el mundo se reconoce que las guerras invasivas son injustas. La guerra comunista fue una guerra injusta. La guerra contrarrevolucionaria que libramos nosotros fue una guerra justa porque fue una guerra de defensa".
"El Doctor Frondizi y el Doctor Illia, inobjetablemente democráticos, por su ejemplar ejercicio del poder. No pueden decir que los guerrilleros eran pacíficos ciudadanos pretendiendo defender la democracia porque la democracia estaba bien defendida. La subversión desató una guerra en nuestra patria desde 1960 en adelante. El terrorismo marxista desbordó todas las previsiones del gobierno nacional. El gobierno recurrió al terrorismo de estado con la Triple A".
"La subversión llegó a conformar ejércitos políticos con respaldos internacionales, sus combatientes organizados en comandos y unidades, apoyos logísticos y de materiales, sus programas de reclutamiento, sus sistemas de relevos y descansos, etc. Ante el crecimiento de estas bandas que lograron reunir 40 mil personas, se creó el Consejo de Seguridad Interior presidido por el presidente de la República y conformado por los ministros".
"Este Consejo de Seguridad debía dirigir todos los esfuerzos nacionales para la lucha contra la subversión y ordenó por decreto presidencial que procedan a ejecutar todas las medidas necesarias para aniquilar el accionar de todos los elementos subversivos. ¿Cómo se puede hacer una separación entre el accionar y los hombres? Por suerte el Consejo de Seguridad Interior fue más concreto y en su directiva numero 1 corrigió aquella expresión presidencial y fijó a las fuerzas armadas, de seguridad y policiales la misión de ejecutar la ofensiva en todo el ámbito del territorio nacional para detectar y aniquilar las organizaciones subversivas".
"Y para más claridad, agregó: las acciones deben tender a aniquilar los elementos constitutivos de las organizaciones subversivas. Se terminó el cuento de aniquilar el accionar. La Argentina rechazó la agresión armada pero no sin sufrimiento. Las fuerzas subversivas ensangrentaron al país durante 10 años y asesinaron a 1500 personas. Secuestraron a 1750personas y cometieron 21.600 atentados terroristas. Por suerte las fuerzas armadas aniquilaron el accionar subversiva en poco tiempo acortando el sufrimiento".
"Fíjese lo que pasa en Colombia. Tenemos el dudoso privilegio de ser el único país que juzga a sus soldados victoriosos. Ahora se nos juzga por supuestos crímenes cometidos en la lucha contra la subversión. No recordamos que la nación Argentina uso la ley y la justicia para tratar de combatir al terrorismo marxista antes de ordenarle al Fuerzas Armadas el uso de las armas. Tanto aguantó la nación antes de decidirse a usar la Fuerzas Armadas que se oía un comentario despectivo que decía que los militares sabíamos morir pero no sabíamos matar. ¿Porqué la justicia aceptó suspender su tarea de controlar el accionar de las fuerzas subversivas?".
"Resulta absurdo que la justicia nos juzgue por hacer la guerra. Ahora están los terroristas en el gobierno y quieren matar dos pájaros de un tiro. Por un lado obligan a la justicia a juzgarnos violentando leyes y por otro lado desprestigian a las fuerzas armadas señalando como crímenes los hechos cometidos durante la guerra contra la subversión. Los terroristas de antes, hoy todavía no han dejado la piel de cordero. Cuando hayan aniquilado el poder de reacción de los argentinos van a dar el golpe para imponernos su régimen autoritario y vitalicio".
"Confío que los argentinos nos unamos para tener este destino. La democracia dignifica al ciudadano pero para funcionar necesita ciudadanos dignos. Venimos soportando 7 años de autoritarismo de un gobierno despótico. Espero que después de 7 años de indignidad sirvan para que los ciudadanos de nuestra república cumplamos y hagamos cumplir estrictamente la constitución y la ley y no nos apartemos de la ley y las instituciones".
En la vispera, Videla hizo uso de ese derecho y aseguró que en la década del ’70 hubo en la Argentina una “guerra interna” y señaló que la agresión terrorista quería tomar el poder político para instalar un estilo marxista.
"Fue una guerra interna iniciada por las organizaciones terroistas contra las instituciones del propio Estado argentino... Me niego a aceptar que fue una guerra sucia. Las guerras defensivas, como la que hubo en nuestra patria, son en general guerras justas", manifestó.
Informe: Natalia Brusa (Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba) y José Ferrer (Tribunal Oral Federal Nº1 de Córdoba).