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El juez federal Ariel Lijo dispuso el procesamiento sin prisión preventiva de Armando Gostanian, ex titular de la Casa de la Moneda durante el gobierno de Carlos Menem, en el marco de una causa en la que se investiga el pago de sobreprecios en la compra de maquinarias a una compañía alemana.
La medida alcanza a Juan Carlos Kalfaian y Rubén Chorbadjian, ex funcionarios de la Casa de la Moneda, y al empresario Jorge Molina. Todos están acusados del delito de peculado.
Cabe recordar que, en la misma causa, Lijo había ordenado en junio último trabar un embargo hasta cubrir la suma de 25.400.013,31 pesos.
Según se desprende del caso, los cuatro procesados desempeñaron un rol relevante en el marco de la negociaciones llevadas adelante entre los años 1994 y 1999, que culminaron con la adquisición de diversos equipos técnicos a la empresa alemana Atlantic Zeiser, para lo cual la entidad estatal habría pagado sobreprecios del orden del 40 al 50 por ciento de su valor real, siendo dicha diferencia económica la que habría sido “retornada” a los tres funcionarios nacionales y al representante de la empresa privada Acremo, en concepto de “comisiones”.
Concretamente, se destaca, Gostanian, Kalfaian, Chorbadjian y Molina recibieron parte del dinero negociado irregularmente, que pertenecía a la Casa de la Moneda, a través de los expedientes de la Casa de la Moneda números 17.274/98; 18.027/99; 15.310/96; 15.747/97; 16.794/98 y 17.104/98.
En particular, en concepto de comisiones, en el expediente 17.274/98 se pagaron 425.712 marcos alemanes; en 18.024/99, DM 81.488,70; en 15.310/96, DM 54.925; en 15.747/97, DM 1.294.145; en 16.794/98, DM 55.125 y en 17.104/98, DM 395.064.
Todo ello da un total de DM 2.306.459,9 o 1.215.205,42 dólares.
En la investigación se comprobó que la empresa alemana pagó retornos a funcionarios argentinos. En el caso, las comisiones se deducían del sobreprecio abonado por Casa de la Moneda, situación que define que el delito imputado sea peculado, pues el mismo dinero que ellos debían administrar lo pusieron en un circuito financiero que tenía como destino final sus cuentas personales en bancos extranjeros.
Es decir, se tuvo por acreditado prima facie que la Casa de la Moneda pagó los productos con sobreprecios y depósitaba el dinero en una cuenta de la empresa alemana. Luego, la compañía derivaba el 50% de lo que había pagado a las cuentas de Suiza (Gostanián, 30%) y Alemania (Molina, 20%). A su vez, Molina de su porcentaje les derivaba una parte importante a Chorbadjian y Kalfaian.
Durante la investigación, Suiza había respondido favorablemente el exhorto enviado por el juez Lijo, donde informó los movimientos bancarios de Gostanian en el Banco de Suiza, en las que se observan movimientos por 16 millones de dólares.