El Tribunal Oral Federal N° 1 de Córdoba retomó este jueves el juicio oral contra el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla y otros 30 imputados por crímenes de lesa humanidad, cometidos en esa provincia durante el último gobierno militar.

Durante la audiencia, el tribunal rechazó los planteos de nulidad de la inspección ocular realizada el miércoles en la Cárcel de San Martín y ordenó una nueva inspección el próximo miércoles, con la presencia de los testigos Gerardo Otto, Norma San Nicolás y los imputados Gustavo Alsina y Pedro Mones Ruiz.

Además, se hizo presente en la audiencia, el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez, quien estuvo internado en el Hospital Militar y en su domicilio afectado por problemas de salud.

Luego, ampliaron su declaración los imputados Carlos Yanicelli, Vicente Meli, Rodolfo Salgado y Raúl Fierro. A continuación parte de sus declaraciones:

Carlos Yanicelli

“Continuando con mi defensa material en este recinto, voy a referirme a la declaración del señor Reatti.  Su madre le manifestó cuando vio por los medios de prensa la foto de Yanicelli y le comentó que esta persona era la que le había llevado a una habitación arriba y le había manifestado:  judía de mierda  te vamos a hacer jabón”.

“Jamás fui antisemita, antisionista. Este episodio nunca tuvo lugar. En esa habitación siempre funciono una sala de armas a la que estaba vedada la entrada al personal del departamento. Únicamente lo hacia el armero. Se encontraba cerrado con una puerta de madera y de rejas. El armero retiraba las armas personalmente, las llevaba a ese lugar, hacía la limpieza y los trabajos que correspondían. Nunca fue usado ese lugar para otra cosa que no fuera la sala de armas”.

“Me voy a referir  a las declaraciones de Moore. A supuesta declaración  realizada en el año 1980 después de su fuga. Dado mi conocimiento de la personalidad de él, creo que él quería reivindicarse con las organizaciones terroristas a las que había traicionado con sus delaciones y las que ya lo habían sentenciado a muerte”.

“En la video conferencia no ha hecho sino mentir descaradamente. Quedo comprobado en esta sala que él fue el que procuro esas revistas. Testigos que por aquí pasaron como el Sr Iturbe que dijo que Moore lo había torturado y Flores Montenegro también lo mencionó. La testigo Muñoz cuando le preguntaron por Moore dijo que era no muy válido, no era veraz en sus afirmaciones, fantasioso, y que no era prudente con sus dichos. La testigo Ríos Barrera dijo que era agresivo y que ella lo evitaba. Que estaba muy preocupado por el juicio”.

“Después de haber convivido con él en el D2, el sabía que estaba condenado a muerte por la organización terrorista de la que el dependía. Sobre su declaración en la instrucción ella reafirma todo lo que había dicho sobre Charlie Moore y lo describe como temerario, peligroso y que si tenía que perjudicar a alguien no vacilaba”.

“Menciona que yo sabía que a su compañera Mónica la sacan del calabozo donde se encontraba y la hicieron abortar. En el diario La Voz del Interior dice que su hija nació en cautiverio. Dice que en abril de 1975 traen detenidos a unos chicos de las ligas agrarias y que a Ciriani, lo mataron en el patio de afuera, que era una guardia durísima, que estaban Flores y Yanicelli”.

“Yo no prestaba servicios en el D2 y no tenía idea de que esa fuera a ser mi próximo destino en la institución policial. Después dijo  que otro hecho fue el de una pendejita judía a la que dejaron tirada tres o cuatro horas afuera. Dice que Ticera le dijo que se metiera adentro porque a él y a Mónica les iba a pasar lo mismo”.

“Después hablo de un caso de una chica italo argentina y nombra a cuatro policías. Le arrancaron el cráneo, el que tiro con la escopeta fue Yanicelli. Después dijo que los civiles eran los  delincuentes más peligrosos y que Telledin los corrió”.

“Cuando llegó Verges comenzó a formar el comando Libertadores de América. Relató de nuevo el asesinato de tres personas y una cuarta en el pasillo en donde él estaba supuestamente. Cree que fue en marzo, abril o mayo, y que fue de noche. El relato de este testigo estrella es una burda mentira con contradicciones que no tienen asidero”.

“Si hubo un intento de fuga, si se realizaron las actuaciones judiciales del hecho pero no tiene que nada que ver con lo que dijo este testigo. El caso de la supuesta chica del pullover rojo del que hace mención que me involucra y en el que supuestamente yo tire de la escopeta y luego rompí la escopeta contra la pared. Tiene que haber habido un sumario por la rotura de esta arma y que si era así debe estar en dicha división, algo que nunca sucedió”.

“Si él dice que le asignaron tareas en el departamento como es que nunca pudo enterarse del nombre de esta persona. El describió situaciones intimas de los policías  y nunca se interesó en preguntar el nombre de esta pendejita judía como dijo él. Pero si sabía que estaba detenida por averiguación de antecedentes. Quiero reafirmar que este señor Salerno era policía y prestaba servicios en el D2 en esa poca”.

“En otro tramo de su declaración en la video conferencia Moore se refirió a los siguientes casos. En el paneo de reconocimiento me reconoció a mí. Sigue diciendo que tiene doce policías identificados que fueron muertos por el D2 y habló de la presentación de un libro sobre la muerte del comisario Robles en la D2. Dijo que el D2 se dividía en dos, los que hacían los procedimientos y los que interrogaban”.

“Quiero señalar las contradicciones de este testimonio. Además de complicado y difícil es mendaz y contradictorio, en las cuatro declaraciones que ha formulado, en Brasil, en el diario La Voz del interior, en el diario de San Juan y en esta Sala. Telledín fue al Departamento de Informaciones con las Tres A. que comenzó a ralear a los civiles que eran los peligrosos”.

“En relación al caso Baronetto dijo que cuando fue detenido y se encontraba tirado en el calabozo al lado de él, le dijo a Infantería que este coso se moría, y que Baronetto le dijo ¿Qué haces acá? y que él le contestó que hasta que no acabe con las peleas no se iba de allí”.

“El señor Moore en una parte de su relato dice que yo le seguía al señor Romano en la parte operativa. Reitero señor presidente, con mi jerarquía oficial ayudante, en esa época yo me encontraba haciendo uso de licencia desde el 3 de marzo al 29 de marzo del 76. Nunca me cortan la licencia ni me llamaron por lo que había sucedido. Nunca me citaron. Si yo hubiera ocupado ese puesto de jerarquía me hubieran llamado”.

“Oscar Samamé dijo que cuando lo torturaron, su hermano le había dado un apodo. El dijo que me reconocía por los medios. A este señor no lo detuve ni participe en el procedimiento. Horacio Samame  dijo que  le parecía conocerme  porque cuando al él lo llevan al D2, y que le llamó la atención el perfil de ese señor”.

“En la sala Horacio no está seguro de mi persona. El libreto aportado por el señor Urquiza para hacerme acusar no funciono. No participe en el procedimiento de estos señores. Arnau Zuñiga menciona que cuando hieren a Urquiza éste llama “super , super” Yanicelli, cree que era para pedir auxilio. Gonella pregunta por qué motivo después de su liberación fue a declarar a asuntos internos. El dice que por una denuncia de Urquiza y que lo trataron bien”.

“Por qué este señor después de diez años nos relata en el recinto otra cosa distinta. Existen un sin número de contradicciones, no le encuentro explicación, solo involucrarme en hechos en los que jamás participe. Hay imputados que conocen bien esto que dije”.

“El Fiscal Sanmartino  dijo que Moore era un delincuente arrepentido, delator o buchón”.

“Voy a referirme a la declaración de Alberto Zapiola . Nos dice que se entera de los hechos por la literatura corriente, por entrevistas en la Voz del Interior y por una entrevista con Tazzioli. Nos relata que le manifiesta al Dr. Mestre que ustedes después de las denuncias lo han hecho ascender como jefe de inteligencia. Nos sigue hablando de lo publicado en los diarios de la época, donde él le expone al Dr. Mestre que las organizaciones de Derechos Humanos y el embajador de Dinamarca  iban a hacer un escándalo”.

“A Zapiola le falla la memoria. Me conoce de cuando yo era jefe de la guardia de Infantería. El ocupaba el cargo en la Municipalidad y tenía a cargo el estadio Córdoba. El responsable de la seguridad en los eventos como el Rally era yo. Me presente en varias oportunidades  con él y nunca me denuncio. Porque nunca me denunció?. Me llama la atención que este señor que desempeño cargos importantes en la municipalidad y la provincia se le haya pasado por alto m nombre. Es un oportunista”.

“En mi última declaración ante este Tribunal  hice referencia a la actividad de las Tres A. Mi declaración fue corroborada por Zapiola, Reinaudi y el testigo de la Merced. Quienes fueron los responsables de los hechos que ocurrieron en aquella época, los cuadros institucionales o lo que pasaron por la institución policial para usarla para acometer sus tropelías”.

“Señor presidente: la verdad desbarata la mentira”.

Raúl Fierro

“Si bien es cierto que el organigrama de la Cuarta Brigada del área 311 figuro como jefe de inteligencia, las responsabilidades de ese cargo fueron desempeñadas por  el destacamento de inteligencia del Batallón 141, personal capacitado para ello con competencia del área 311, por un oficial mayor”.

“El suscripto a esa fecha tenía el grado de Teniente Coronel auxiliar del Estado Mayor.
Como se puede verificar en mi legajo personal no soy oficial de inteligencia. Nunca recibí capacitación para esos fines. Mi división solo se conformaba por 4 miembros, tres de los cuales era suboficiales con funciones de oficinistas”.

“Sólo me correspondía por orden del comandante la tarea de velar por la seguridad de los establecimientos del Ejército del área 311, los barrios militares, ya que las demás funciones que me correspondían por reglamento estaban delegadas al destacamento de inteligencia Batallón 141”.

“Aprovecho la oportunidad para decir que en el año 1983 como Coronel retirado concurrí al despacho del Dr. Becerra Ferrer como testigo no procesado”.

Rodolfo Salgado

“Mi traslado al D2 fue el 1 de enero de 1972. Integraba una de  las guardias. La restante era ocupada por Gontero. Una orden de servicio era ordenada por Telledin. Consistía en que se presentara de inmediato el agente Urquiza. Esa orden fue dada cuando yo me relevaba de la guardia”.

“Era el 12 de noviembre de 1976. Concurrí al domicilio de Urquiza en el móvil policial. Procedí a llamar a la puerta.  Procedí a identificarme pasándole la identificación policial por debajo de la puerta porque no me reconocía a pesar de haber sido compañero mío de guardia”.

“Urquiza conversaba con su esposa. Abrió la puerta y me dijo que lo esperara. El Sr. Urquiza , en su denuncia manifestó que fue secuestrado de su domicilio por un grupo policial vestido de civil mintiendo  porque en la declaración en esta Sala dijo que Salgado lo fue a buscar a su casa porque lo llamaba Telleldin”.

“Esta declaración si se acerca la verdad. También Urquiza en todas sus denuncias ha mantenido la teoría del secuestro pero ahora en esta Sala instaló la versión de la citación policial. Las detenciones contaban en los libros de guardia y de detenidos”.

“Nunca negué haber ido al domicilio de Urquiza, nunca he ejercido violencia ni contra él ni contra su familia. Mi tarea era practicar una citación y no una detención esto es corroborado por la señora Teruzzi, su esposa”.

“No he tenido participación en la detención, ni interrogatorio de ninguna de las personas de esta causa. Las personas quedaban a cargo de Telledín y de Romano. La función de la guardia, mi función, era dar entrada a las personas que llegaban, en los libros de guardia y de detenidos, ficharlos, solicitar las planillas prontuariales y hacer un recibo de los elementos de valor, entregando el recibo”.

“Tenía que atender a los familiares que traían comida o ropa. La guardia estaba conformada por 2 hombres”.

Vicente Meli

“La profesión militar es el uso racional de la violencia. Los soldados están autorizados a matar al enemigo que el estado haya definido como tal . El gobierno constitucional designó para la lucha contra la subversión el área 311”.

“El 4 de marzo se dicto la orden de operaciones 1-66 primera fase, luego vino la orden 2 -66. Ambas órdenes fueron firmadas por el segundo jefe del estado mayor del  área 311. El cargo de segundo comandante fue ejercido por el General  Juan Bautista Sasiain”.

“En esa orden se determinaron políticas y acciones a implementar. Desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 1 de diciembre de 1976. El suscripto estaba asignado en Capital Federal”.

Informe: Natalia Brusa (Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba) y José Ferrer (Tribunal Oral Federal Nº1 de Córdoba).