En una nota dirigida al titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, el presidente de la Cámara Nacional de Casación Penal, Eduardo Riggi, le hizo saber la gravedad de la situación que atraviesa el fuero dada la gran cantidad de vacantes de jueces que existen en los tribunales que están bajo su órbita.

Riggi alertó sobre la gravedad de la crisis al detallar que en la actualidad hay 74 vacantes de jueces entre la Cámara de Casación, los tribunales orales (federales, criminales, en lo penal económico y de menores), cámaras federales y juzgados de ejecución.

“Se advierte con gran preocupación la situación de sobrecarga y desborde jurisdiccional que se soporta con inédito esfuerzo por un sistema creado sin concebir las exigencias actuales que incluso revelan las verdaderas aptitudes –en ambos sentidos- de los operadores de dicho sistema”, señala el informe.

Ante la cantidad de vacantes, sumadas a las inhibiciones que tienen ciertos jueces en determinadas causas y a los pedidos de licencias, la Cámara de Casación Penal tuvo que firmar en lo que va del año 1229 resoluciones de subrogancias. Esas resoluciones significan el nombramiento de jueces de otros tribunales para que integren los juzgados que sufren las vacantes. Vale aclarar que los jueces subrogantes no abandonan sus tareas en sus juzgados de origen.

Un ejemplo concreto de la actual situación del sistema es lo que ocurre en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata, en donde a pedido de sus integrantes -Alberto Rozanski, Roberto Falcone y Mario Portela- la Cámara de Casación accedió excepcionalmente a reasignar causas que estaban bajo su competencia a jueces subrogantes. Se hizo para no demorar los juicios con personas detenidas o próximos a prescribir.

En realidad, el TOF 1 de La Plata ya funciona con dos jueces subrogantes, ya que tanto Falcone como Portela pertenecen al TOF de Mar del Plata. El único juez titular de ese juzgado es Rozanski.

En el informe, Riggi también señaló que en contraposición a la gran cantidad de vacantes existentes, este año se le tomó juramento a sólo tres magistrados nuevos.

Como otra herramienta para paliar el problema existente, el presidente del máximo tribunal penal del país solicitó la confección de las listas de conjueces previstas en las leyes 26.372 y 26.376. Esas normas le exigen al Poder Ejecutivo, con acuerdo del Senado, armar una lista de abogados de la matrícula para poder actuar como jueces ante la falta de magistrados.

El detalle de las vacantes de jueces que dependen de la Cámara Nacional de Casación Penal es el siguiente:

* 5 en la Cámara Nacional de Casación Penal

* 17 en las cámaras federales de apelaciones en territorio provincial

* 19 en tribunales orales en lo criminal federal en territorio provincial

* 32 en tribunales orales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (en lo criminal federal, en lo criminal, en lo penal económico y de menores)

* 1 en el Juzgado de Ejecución Penal Nº1 de la Capital Federal