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Este martes se reanudó el juicio oral en Córdoba contra el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla y otros 30 acusados por crímenes de lesa humanidad, cometidos en esa provincia durante el último gobierno militar.
En la audiencia, Videla pidió la palabra y cuestionó la realización de un acto público en la ciudad de Córdoba el pasado viernes. Dijo que allí habría participado el actual secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba, Luis Miguel Baronetto, quien declarara como testigo en el juicio oral. A continuación, parte de su declaración:
“Quiero formular una denuncia sobre hechos ocurridos recientemente en la ciudad de Córdoba. El viernes pasado se ha realizado en la ciudad de Córdoba un acto público protagonizado por el señor Perdía, dirigente Montoneros. De este acto se hizo eco el diario La Voz del Interior.”
“De su lectura llego a estas conclusiones: se trata de una amenaza de reinstaurar la violencia en la sociedad. Me siento intimidado por la situación que vivo con mis camaradas por la situación de ser preso político. Siento preocupación por mi familia que no tiene protección. Siento preocupación porque en esa reunión estaba el actual secretario de derechos humanos de la municipalidad, Luis Miguel Baronetto, quien en esta sala fue testigo y dijo no estar alcanzado por las generales de la ley.”
“Solicito autorización para acudir a la fiscalía para formular esta denuncia en los términos que he expuesto.”
Antes de que declare Videla hizo uso de la palabra el acusado Carlos Yanicelli, un ex policía que al momento de los hechos que se le imputan se desempeñaba como oficial auxiliar segundo, encargado de la División Investigación de la Información. Durante su declaración, aseguró que "por los estrado han pasado muchos testigos, relataron que fueron víctimas de secuestros ilegales, realizados por personas vestidas de civil. Fueron esposados y vendados y trasladados al D2. Estas personas cometieron una serie de delitos gravísimos y hoy estamos escuchando que somos los únicos que hemos cometido hechos monstruosos y que tenemos un juicio justo. Esto es una novela para la prensa".
Asimismo, Yanicelli dijo que "todos los detenidos tuvieron un juicio que fue por escrito y tuvieron condenas. No quiero justificar algunas cuestiones en las que jamás participé, pero la justicia que intervino debió haberlo hecho. Nadie ha pasado por alto que muchos de los testigos terminan su alegato con una arenga de contenidos político, revolucionario, y la tribuna rompe en aplausos como si estuvieran en un acto político".
En tanto, durante la jornada también presentaron su testimonio los médicos Víctor Pacheco y Justo Jamil Chalub. A continuación, algunos tramos de sus declaraciones.
Víctor Pacheco
"Lo más trascendente que me tocó vivir fue un llamado realizado una noche de julio de 1976. Cuando llegué a la UP1 me estaba esperando el director de la penitenciaria, de apellido Torres. Estaba al lado de la Dirección, en una sala, rodeado de oficiales del Servicio Penitenciario y también había un teniente del ejército".
"Torres me comunicó que había fallecido un detenido político de apellido Moukarzel, y que quería que yo le hiciera un certificado de defunción diciendo que había muerto de un infarto. Yo le dije que tenía que intervenir una forense y hacer una autopsia. Hubo un intercambio de palabras y el teniente interrumpió diciéndole a Torres 'deje eso que yo me encargo en el Hospital Militar'. El director dijo que a él le iba a faltar un detenido en el penal".
"Hice una constancia diciendo que comprobaba la muerte clínica de ese detenido sin decir nada de las causas de la defunción. Fuí a una dependencia que estaba frente a la dirección y encontré en una camilla que estaba sobre el piso el cuerpo de Moukarzel. Lo ausculte y le tomé el pulso. Estaba fallecido e hice una constancia de su muerte clínica. Estaba con el torso desnudo y un vaquero. En el pecho no tenía lesión".
Justo Jamil Chalub
"Nosotros los llevábamos a la morgue. Era un lugar que tratábamos de evadir cuanto antes. No era un lugar aceptable, una cosa es que la gente se muera por enfermedad y otra cosa… nosotros cumplíamos nuestra función: dejábamos el cadáver como tenía que ser y hacíamos el certificado de defunción como tenía que ser. Encontrábamos cadáveres heridos de proyectiles".
También este martes, aunque por la mañana, el tribunal Oral Federal rechazó el pedido de recusación del juez José María Pérez Villalobo, que había planteado la defensa del imputado Gustavo Alsina.
Informe: Natalia Brusa (Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba) y José Ferrer (Tribunal Oral Federal Nº1 de Córdoba).