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Este jueves, en el juicio oral en Córdoba contra el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla, el ex comandante Luciano Benjamín Menéndez, otro de los 31 acusados en el proceso, pidió la palabra y negó los dichos del testigo Gerardo Otto, que declarara unas horas antes, en la misma jornada.
Otto había señalado que entre los detenidos había uno llamado Jaime Lockman, a quien lo mantenían cautivo “para que entregara su patrimonio”. Agregó que lo habían llevado varias veces al Tercer Cuerpo de Ejército, donde se entrevistó con Menéndez y el general Juan Bautista Sasiain, quienes “le pedían su patrimonio” (ver nota: "Se reanudó este jueves el juicio oral contra Jorge Rafael Videla".
Menéndez dijo: “Quiero aclarar que nunca conocí a Lockman, ni hablé con él y estoy seguro que el ya fallecido general Sasiain tampoco. Esto lo digo porque si algo he procurado en mi carrera ha sido seguir la recomendación del Martín Fierro, cuando dice ‘por eso no debe tener el jefe que este de estable otra cosa que su sable, su poncho y su deber’. Y eso es lo que tengo”.
Luego, declararon como testigos Bernardo Bartoli y Leo Reinaldo Cantón. A continuación, parte de sus declaraciones:
Declaración de Bartoli
Con relación a los imputados manifestó reconocer a algunos por ser personas públicas. Tiene 56 años y es hermano menor de Eduardo Daniel Bartoli, víctima en la causa. A continuación, parte de su declaración:
“Nos enteramos por la radio de la muerte de mi hermano. Era una lotería en aquella época, por eso estoy vivo. A mi hermano lo sacaron de la cárcel y tres días después tuve que ir a reconocerlo. Su cuerpo estaba destrozado por las torturas y con un orificio de bala en el pómulo.”
“El dolor enseña muchísimo y tuvimos que reconstruir nuestras vidas. Yo me salvé de casualidad, quizás por inocencia. En el momento en que nos detuvieron estaba con mis hermanos. Todos fuimos detenidos. El día en que entraron, la primera actitud que tuvieron fue robarnos todo lo que había en nuestro domicilio. Luego nos llevaron a una casa, en donde había operado un grupo guerrillero, eso nos dijeron.”
“Me tocó vivir la experiencia de la cárcel de San Martín, que fue realmente muy dura.”
“Me asusta que los actores de aquella época no reconozcan lo que hicieron.”
“A nosotros nos detenían varias veces y nos dejaban en libertad, siempre los militares y a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Era un depósito de personas.”
“Tuve dos hermanos muertos, Eduardo y Guillermo.”
“A mi me detuvieron en agosto de 1976 y me liberaron en el año 1979, esto es después de la muerte de mi hermano.”
“Mi hermano fue detenido, entiendo -yo no estaba en ese momento- por la Policía. Eso es lo que se creía, pero no lo eran, eran militares.”
“El reconocimiento del cuerpo de mi hermano fue en la Morgue.”
Declaración de Cantón
Tiene 59 años y profesión remisero. Con relación a los imputados manifestó no reconocer a nadie, por el tiempo transcurrido.
“Fui detenido el 1° de abril de 1976, en mi domicilio. Esa noche abrí la puerta y me encontré con una pistola en la cabeza. Personas de civil entraron y me vendaron con un repasador de mi casa. Ya habían sacado antes a mi mujer embarazada y me llevaron al Cabildo, denominado la D2. Me torturaron de todo tipo de formas y me manifestaron que iban a hacer parir a mi mujer delante de mí.”
“Me tuvieron durante cuatro días, todo el tiempo vendado y torturándome. Luego me trasladaron a la cárcel de San Martín. Estuve preso hasta noviembre de 1976 y luego fui trasladado a Sierra Chica y luego a La Plata.”
“Luego tuve una causa en los tribunales federales, con el Dr. Zamboni Ledesma. Mi defensor era el Dr. Haro, hasta que en mayo de 1979 recuperé mi libertad.”
“Hay torturas que son más grave que un golpe y son las psicológicas, las cuales nunca pude superar.
“En la D2 había un cura, que nos pedía que declaráramos para que no nos torturaran más. El único sobrenombre que escuche en la D2 fue ‘El Gato’.”
Su estadía en la UP1
“Me trasladaron a la UP1 y comenzó otro calvario. En la primera noche que llegué al penal entraron los militares. Fue salvaje como nos agarraron a golpes con bastones. Luego si hizo algo sistemático, las entradas, sacadas y requisas.”
“Un día entró un militar, que entraba siempre y siempre nos pedía que bajáramos la cabeza y cambiaba la voz. Un día me agarró y me dijo que yo le había visto la cara, me hizo arrodillar y comenzó a darme gomazos en la espalda, 48 contaron mis compañeros. Luego de esto me llevaron internado, porque orinaba sangre.”
“En la Enfermería pude ver a un señor, Birt.Estaba internado porque le habían clavado una bayoneta en su riñón. También estaba un señor, Balustra, que estaba hemipléjico debido a la tortura recibida.”
“Luego de unos días internado volví al pabellón y a la misma celda.”
“De mi celda lo sacaron a Cristian Díaz en dos oportunidades, en la segunda lo sacaron y no volvió más.”
La muerte de Bauducco
“En una requisa nos sacaron de noche y comenzaron a preguntarnos los nombres, cosa que nunca sucedía. En una de esas, un militar me metió un gomazo y me dijo que me diera vuelta y viera lo que nos iba a pasar. Había un cabo con su pistola en la cabeza de Paco Bauducco. Luego de torturarlo, le dijo ‘encomendate a Dios’ y le pegó un tiro en la cabeza. Esa persona era un tal cabo ‘Perico’ Pérez”.
“Algunos compañeros me comentaron que a Paco lo habían matado porque era familiar de Massera y había un problema interno entre las Fuerzas Armadas.”
“Es mucho el daño psicológico que me hicieron. Sentíamos el ruido del candado y era para largarse a llorar. No queríamos ni comer.”
“El único episodio grato en la cárcel sucedió el día que estaba Gendarmería de guardia y nació mi hija. Me la llevaron a la cárcel y pude tenerla en brazos. Junto con mi hermano fueron dos personas del Registro Civil para que la anotara y luego se la llevaron.”
“En un país en donde deber haber justicia, todavía estoy padeciendo las lesiones físicas y psicológicas. Hasta el día de hoy sigo si recuperarme de las lesiones que sufrí en mi riñón, debido a la golpiza que recibí.”
Luego de contestar el testigo preguntas de las partes, el tribunal ordenó un cuarto intermedio hasta el próximo 24 de agosto, a las 9.30, donde se proseguirá con la recepción de testimonios.
Informe: Natalia Brusa (Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba) y José Ferrer (Tribunal Oral Federal Nº1 de Córdoba).