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Durante la jornada de la tarde del miércoles del juicio oral, en Córdoba, contra el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla declararon los testigos Fidel Antonio Alcazar y Marcelo Iturbe, quienes reconocieron a varios de los acusados y los vincularon con los hechos denunciados. A continuación parte de sus declaraciones:
Declaración de Alcazar
Dijo reconocer a Miguel Angel Pérez, Enrique Mones Ruiz, Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez. Tiene 59 años y trabaja como empleado público. A continuación, parte de su declaración:
“Fui detenido el 12 de noviembre de 1975, a las diez horas. Me encontraba en mi domicilio del barrio de Alta Córdoba, donde tenía mi taller. También era empleado de una empresa metalúrgica.”
“Entraron por una ventana y allanaron mi domicilio personas de civil. Requisaron toda la casa buscando cosas y me hicieron preguntas mientras me golpeaban.”
“Me tiraron a la cama e hicieron disparos en la cama para intimidarme.”
“Sacaron del auto un paquete con material de literatura subversiva y lo pusieron en mi casa. Obligaron a un vecino y a un albañil a que firmaran el acta que habían redactado con una máquina de escribir que también bajaron del auto. Mi vecino se negó y lo amenazaron con una Itaka en la cabeza y lo obligaron a firmar.”
“Me llevaron detenido. Negué toda participación en todos los hechos. Fui golpeado brutalmente y me dejaron detenido en la D2, en un lugar al que le llamaban el tranvía.”
“Estuve con un hincha de Instituto, al que lo detuvieron a la salida de un partido.”
“Al día siguiente me metieron en un baño, hicieron un acta y me obligaron a firmarla.”
“El 14 de noviembre me llevaron a la UP1, con el compañero Pettiti y con otro que le llamaban ‘El Francés’.”
“Me llevaron al Pabellón 8. Allí estuve hasta principios del año siguiente y después me pasaron al pabellón 3.
Fui a declarar al Juzgado Federal y me llevaron nuevamente al penal. Me atendió un defensor oficial, de apellido Haro, que se presentó, se puso a leer un diario y a tomar un café mientras yo le contaba lo que me había pasado. Me dijo ‘vení, que vas a declarar’ y me llevó a donde había un sumariante, un oficial que me tomó la declaración. Relaté los tratos recibidos en la D2. Terminé, firmé y me llevaron a la UP1. La causa era por tenencia de material subversivo.”
“Nos hicieron una requisa, en donde nos quitan todo y nos dejan la ropa. Comenzaron los bailes y las golpizas.
Ahí lo conocí a Alsina porque él se presentó: ‘Soy el teniente Alsina, soy de la estirpe Alsina de argentina’.”
“Él venia a los bailes y empezaron a haber más requisas.”
“Cada tres horas se hacían requisas con cada cambio de guardia. Inclusive de noche.”
“En el pasillo se formaban un grupo de soldados con armas y fusiles preparados, y entraban los suboficiales a hacer el baile. Dormíamos vestidos para que cuando aparecieran los suboficiales nos encontraran con ropa. Siempre dejábamos a uno despierto para que nos avisara y no nos encontraran dormidos.”
“Las guardias eran diferentes. Una de Alsina y otra de Mones Ruiz. Cambiaban toda la gente creo que semanalmente.”
La muerte de Bauducco
“En la celda numero 6 estaban Barroso, Fernández, Prato, Villar, Vera, Bauducco y Francisetti. Tenía una puerta central doble, con camas de los dos lados.”
“Me encontraba casi frente a la puerta. Al lado estaba la cama de Paco Bauducco y de Vera.”
“El 5 de julio vino una orden de requisa y tuvimos que salir todos al patio. Bauducco salió prácticamente primero, salió Vera, salí yo. Pasábamos por la fila en done los suboficiales nos iban pegando con gomas.”
“Nos pusieron a todos en fila, contra la pared del pabellón 6. En la punta de esa pared había un arco de fútbol. Era una mañana muy fría y nos pidieron que nos desvistiéramos. Mientras nos desvestíamos nos iban pegando.
Cuando lo golpearon a Bauducco le dieron un golpe en la cabeza. Cayó al piso con la cabeza mirando para el lado del patio. No estábamos vendados y pudimos ver mucho. La curiosidad nos hacía mirar. Por debajo del brazo lo puedo ver, a dos metros. El que le había dado el golpe era Miguel Angel Pérez, el cabo Pérez.
Le empezó a decir ‘levantate o te voy a matar’. Bauducco le dijo que no podía. Pérez se retiró y se dirigió hacia la puerta de ingreso. Allí se encontraba, en el marco de la puerta, el teniente Mones Ruiz, con su uniforme que era diferente al resto de la tropa. Se acercó el cabo Pérez y Mones Ruiz se adelantó, hubo una conversación que no pude oír por la distancia y Pérez volvió hasta donde estaba Bauducco y dijo: ‘Te cuento hasta diez y si no te levantás te mato’. No llegó a la cuenta de diez y le disparó en la cabeza.”
“Al breve tempo vino una camilla y se lo llevaron. Nos hicieron vestir rápidamente y nos llevaron adentro. Tenía un shock interno muy grande. Quedé muy conmocionado. Nos llevaron inmediatamente adentro y después vinieron a arengar que había habido un intento de fuga y que había muerto un interno, por lo que el pabellón estaba castigado.”
“Una vez entraron a la celda y en la requisa se les escapó una pistola, lo que nos dio mucho miedo.”
“En otra requisa, durante la guardia de Mones Ruiz, nos hicieron salir al patio, nos hicieron acostar en el piso y nos corrieron por encima con los borceguíes. Yo tomé aire para resistir el pisotón, pero me pisaron en la cintura y largué un quejido. Eso motivó que me dieran una golpiza tremenda, que me dejó un mes en cama.”
“Se que era el cabo Pérez, porque los gendarmes decían ‘ahí viene Pérez’ o “es la guardia de Pérez’.”
“Conocíamos a todo el personal, porque a pesar de estar incomunicados nos comunicábamos.”
“Ellos no escondían sus nombres, y se trataban. Alsina siempre se hizo conocer como ‘teniente Alsina’. La voz queda grabada y uno la reconoce. Tenía una muletilla de decirnos que para llegar adonde estaban habían matado a muchos ‘calandracas’ como nosotros.”
“Cuando íbamos a Enfermería, si te llevaba un gendarme ibas y volvías sin golpes, pero cuando te llevaban los militares te bailaban a la ida y a la vuelta.”
“Había un personaje al que le decíamos ‘Jaime Kloner’, porque en ese momento había una radioteatro con Jaime Kloner, que impostaba la voz, y este militar hablaba como él.”
Declaración de Iturbe
Reconoció a Miguel Angel Perez, Pedro Mones Ruiz, Gustavo Alsina, Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez.
Relató que fue detenido el 3 de enero de 1976 en su casa de Villa Cabrera, por personal del D2. Fue trasladado a la D2, señaló. A continuación, parte de la declaración de Iturbe:
“Me llevaron detenido a la D2, se sentían las campanadas de la Catedral.”
“Ahí empezó el verdadero calvario, las trompadas, las patadas. Me sacaron la capucha y me mostraron una persona a quien yo conocía y que se encontraba desfigurada por los golpes que había recibido. Era Luis Pesce.”
“Me hicieron mojarrita, submarino y sentía los gritos de una mujer, Graciela Arena, quien se había fugado del penal del Buen Pastor.”
“Me llevaron a un lugar al que llamábamos ‘el tranvía’, porque tenia de ambos lados asientos de hormigón.
Alguien de nombre Charlie y Ken López me golpeaban. Charlie era Moore, el traidor que se pasó al enemigo y salió a secuestrar compañeros.”
“Otos nombres que escuché fueron ‘El Gato’ y ‘Sérpico’.”
“Estuve una semana allí. Tenía 20 años. Mi estado no era muy bueno y me llevaron a la Penitenciaría. En ese momento el que estaba a cargo de la cárcel era Montamaz, un gendarme retirado.”
“Me atendieron, estuve dos o tres días mal y gracias al turco Moukarzel hoy estoy vivo.”
“Lo último que vimos fue un mensaje de Alende pidiéndoles a los militares que no cometieran el error del golpe de estado.”
“Los militares rodearon la cárcel y el 14 de abril se produjo una requisa en la que nos sacaron al patio. Había ametralladoras con trípode en los techos del edificio y pesábamos que nos había llegado la hora.”
“Jaime Kloner gozaba cuando golpeaba. Recuerdo que no pude dormir durante una semana porque me había puesto las nalgas como una masa negra.”
“Yo estaba en le celda número ocho con Ferreira, Monito Palacios, Cardozo, Moyano, Quiroga, Heredia, Regina, ‘La Chinche’ Vega y Ricardo Visan.”
“En la celda uno estaba Asbert, Vaca Narvaja, Luis Prol, Rafael Flores, Ricardo Sosa, Greco.”
“Después seguía la celda tres, donde se encontraban Francisetti, Villar, Alcazar, Prato, los hermanos Fourcade, Martínez, Manolo Fernández, ‘Mandiyú’ y ‘El Pajarito’ Rossetti.”
“A Jaime Lockman lo detuvieron para ver si podían sacarle algo de su fortuna. Lockman no les dio un peso. Se ensañaban por su condición de judío. También con Isaac Rudnick, que tenía una herida en un pie y se la pisaban para que no le cicatrizara.”
“Las guardias de Alsina y de Mones Ruiz eran las guardias duras, nos maltrataban sistemáticamente.”
Informe: Natalia Brusa (Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba) y José Ferrer (Tribunal Oral Federal Nº1 de Córdoba).