Es probable que cada uno de nosotros tengamos una larga lista de cuestiones que deseamos que no se repitan y entre las cuales no sería aventurado incluir las agresiones gratuitas, los conflictos inútiles, las oportunidades perdidas, las afrentas de la pobreza extrema, la inseguridad permanente o las inclemencias de la vida cotidiana.
Es probable que cada uno de nosotros pensemos que el año próximo tendremos que recordar la misma lista, porque los problemas no se solucionan sino que se trasladan, porque la preocupación por los asuntos comunes ha sido reemplazada por las batallas de los intereses particulares, porque no hay idealismo en la acción pública, o porque, simplemente, no vemos a nadie que pueda guiarnos por el camino de nuestros ideales.
Es probable que cada uno de nosotros estemos equivocados, al no entender que el futuro es una obra colectiva, de la que somos parte insustituible, y que es demasiado importante como para que lo dejemos en manos ajenas.
Por eso les deseo a todos un año en el que puedan sentirse protagonistas de sus propios destinos, en el que se animen a hacer lo que sueñan que deberían hacer, sin temor a la soledad porque siempre habrá alguien que nos acompañe, y sin paralizarnos por el miedo al fracaso, porque el sólo intentarlo vale la pena.
Felicidades para todos.
Fuente: www.ricardolorenzetti.com