El Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles, organismo presidido por el juez federal Gustavo M. Hornos que busca proteger los derechos humanos de las personas privadas de su libertad, monitoreó con perspectiva de género la cárcel de mujeres de Ezeiza.

Con especial interés en interiorizarse acerca de lo sucedido el jueves por la madrugada en el marco de las movilizaciones por el 8M, cuando -según fuera denunciado en redes sociales y medios periodísticos- personal penitenciario masculino del Complejo Penitenciario Federal IV de Mujeres de Ezeiza, habría ingresado violentamente a un pabellón para poner fin a una protesta.

El Sistema estuvo representado en la ocasión por su presidente, el juez de la Cámara Federal de Casación Penal Gustavo M. Hornos; el fiscal Andrés Heim, a cargo de Procuvin, y la coordinadora del área de encierro, Bárbara Franco, junto con personal de la Unidad Especializada en Violencia de Género y de la Fiscalía de Lomas de Zamora. Por la Comisión de Cárceles de la Defensoría General de la Nación asistieron Juan Manuel Rojas Amantegui y Leandro Botta Ameri; por la Procuración Penitenciaria de la Nación las integrantes del equipo de Género y Diversidad Sexual Mariana Lauro y Verónica Manquel; y la secretaria del Sistema de Control de Cárceles, Lucía Gallagher.

También la sociedad civil estuvo representada en la inspección. En efecto, concurrió Eva Asprella, en representación del CELS -miembro consultivo del Sistema-, y los colectivos “Ni Una Menos” y “Yo No Fui”. Este es un grupo interdisciplinario que trabaja en proyectos artísticos y productivos en los penales de mujeres y una vez que las mujeres han recuperado su libertad.

En ese contexto, se relevaron aspectos vinculados a las cuestiones propias de las mujeres privadas de la libertad, en particular la problemática surgida a partir de la falta de pago del peculio por las horas trabajadas por las mujeres del Complejo y las diversas consecuencias que produce respecto de las personas privadas de libertad y de sus familias.

Durante el monitoreo, se realizaron numerosas entrevistas en forma reservada a las mujeres y fueron escuchados sus principales reclamos por parte del Sistema Interinstitucional. Un grupo de mujeres leyó un documento que habían preparado especialmente para la ocasión, dado que fueron ellas quienes requirieron la presencia de una Comisión con organismos de Derechos Humanos.

Las principales inquietudes se dirigieron al trato que reciben de parte de miembros del Servicio Penitenciario Federal, reclamando ser consideradas como personas con todos los derechos –salvo la privación de la libertad- y dignidad de esa condición.

También presentaron sus reclamos por la falta de atención médica adecuada y por cuestiones referidas a la infraestructura y mantenimiento de los sectores de duchas y sanitarios en los pabellones.

Luego del relevamiento, que tiene en cuenta las características y particulares circunstancias de los sectores visitados, se producirá un informe detallado y, en su caso, se realizarán los señalamientos, observaciones y recomendaciones a las autoridades correspondientes.

Así lo viene haciendo el Sistema por todo el país en las unidades del Servicio Penitenciario Federal y ha incluido a dependencias de Fuerzas de Seguridad Federales, y unidades provinciales.

De esta manera, en línea con la VI Recomendación referida a Genero en contextos de encierro – derechos de las mujeres privadas de la libertad-, el Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles reafirma su compromiso con las mujeres privadas de la libertad y el aseguramiento de la vigencia de sus derechos fundamentales.

Informe: Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles