En el marco del plan de conservación del Palacio de Justicia, la Corte Suprema de Justicia de la Nación recuperó dos salas de audiencias ubicadas en el cuarto piso del Palacio de Tribunales, ubicado en Talcahuano 550, en la Ciudad de Buenos Aires, y que presentaban una serie de alteraciones propias del uso y del paso del tiempo.

Las salas ahora reacondicionadas se destinarán una a videoconferencias y lectura y la otra a audiencias.

Se trata de las salas denominadas “4052” y “4053”, y que tienen similares características: pisos de roble, una importante boiserie que reviste la parte baja de los mismos, amplias puertas y ventanas de madera y cielorrasos y muros decorados con guardas y casetones en relieve, con ciertos detalles que originalmente estaban dorados a la hoja.

Las superficies de estos elementos se presentaban con diversas alteraciones y suciedad (polvo,  hollín y restos de adhesivos, entre otras).

En los muros se integraron algunos faltantes que eran producto de pases de cañerías y ciertos daños menores.

Las paredes y los cielorrasos, originalmente terminados al óleo, presentaban diferentes repintes, desprendimientos y faltantes de la capa pictórica, por lo que fueron vueltos a pintar respetando el color original. Éste fue obtenido a partir de las investigaciones preliminares de la obra, en la que se realizaron los cateos y ensayos de tratamiento, de acuerdo a la metodología recomendada para la intervención de edificios históricos.  Los dorados primigenios, a la hoja, habían quedado ocultos bajo un repinte realizado con purpurina, por lo que se decidió recuperarlos, completando los faltantes mediante el empleo de la técnica original.

La boiserie presentaba diversos deterioros que incluía: algunos faltantes, la marcada degradación de la capa de protección (lustre), agresiones superficiales, instalaciones (cableados) sobrepuestas, etc. En este caso se integraron los faltantes, se consolidó el revestimiento y se le dio una nueva capa de protección superficial que reemplazó a la anterior.

Las carpinterías (puertas y ventanas) fueron puestas a punto. En el caso de las ventanas se completaron los faltantes de la madera y de los herrajes y se reemplazaron los vidrios rotos o que no se ajustaban a la situación de origen. 

Los pisos de roble fueron recuperados procediendo a completar las partes perdidas. Esta tarea fue especialmente importante en el caso de la Sala 4052 en la que, a raíz de una modificación realizada tiempo atrás, se había retirado el estrado, razón por la que faltaba una parte importante de su parquet.

En tanto, la Sala 4053 había sido usada como Mesa de Entradas, lo que generó cierto desgaste en algunos sectores del piso. En este caso, además, se presentaban algunos faltantes menores y hundimientos. En ambas salas se completaron los pisos, respetando los materiales originales y procediendo a dar un tratamiento de protección a toda su superficie.  

Por último, se recolocaron los muebles, completando el conjunto con la ejecución de algunas réplicas de sillones originales.