Con los votos de los jueces Gustavo M. Hornos, Mariano Hernán Borinsky y Ana María Figueroa, la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó las condenas a once años de prisión para Alfredo Abraham y a seis años para Alberto Salvador López, por haber importado y adquirido en el mercado interno –a través de distintas firmas y testaferros– más de 12.000 kilogramos de clorhidrato de efedrina, que luego fueron desviados ilícitamente para ser utilizados en la producción de drogas sintéticas. Conjuntamente, confirmaron el decomiso del inmueble utilizado como depósito del precursor químico traficado.

El juez Hornos –quien votó en primer término y contó con la adhesión de sus colegas– destacó que el caso no es uno de “zona de penumbra”, de un pequeño exceso de una sustancia  controlada, pero en principio legal: “No había, en otras palabras, destino lícito imaginable para una cantidad sideral de clorhidrato de efedrina como la que constituye el objeto de este proceso”, indicó el magistrado.

El máximo tribunal penal también acogió los recursos presentados por el Ministerio Público y la AFIP–DGA contra las absoluciones que el tribunal oral había dispuesto respecto de algunos de los hechos juzgados.

Por último, se confirmaron también las condenas a cinco años de prisión de Víctor Wendling Duarte y del partícipe secundario Raúl Cores, quienes desviaron ilícitamente más de 4 toneladas de efedrina invocando falsamente la representación de distintas farmacias.