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La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Gustavo M. Hornos -como presidente-, Juan Carlos Gemignani y Eduardo Rafael Riggi, en el marco de la causa nº 14.235 de su registro, caratulada “Miara, Samuel y otros s/ recurso de casación”, confirmó el pasado 28 de octubre la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal Federal nº 2 de esta Ciudad Autónoma de Buenos Aires en cuanto condenó a quienes fueron identificados cumpliendo diversas funciones en cada una de las dependencias clandestinas, en su mayoría pertenecientes a la Policía Federal, vinculados a la Dirección General de Inteligencia de la Superintendencia de Seguridad Federal: Julio Héctor Simón, Ricardo Taddei, Samuel Miara, Luis Juan Donocik, Oscar Augusto Isidro Rolón, Emilio Kalinec, Eufemio Jorge Uballes, Raúl González y Roberto Rosa; miembros del Servicio Penitenciario Federal: Juan Carlos Avena; pertenecientes al Ejército: Enrique José del Pino; de la Gendarmería Nacional: Eugenio Pereyra Apestegui y Guillermo Cardozo; y Personal Civil de Inteligencia del Ejército Argentino, Raúl Antonio Guglielminetti.
En tanto que la absolución decidida a favor Juan Carlos Falcón (miembro de la Superintendencia de Seguridad Federal de la Policía Federal) fue confirmada por la mayoría de la Sala interviniente.
También se confirmaron las condenas por el suceso ocurrido el 11 de octubre de 1978 en la calle Belén 335, con intervención –entre otras fuerzas– del Grupo de Tareas II -dependiente de la Central de Reunión de Información- a cargo ese día del Teniente Coronel Mario Alberto Gómez Arenas del Batallón de Inteligencia 601, cuyo jefe era el Coronel Carlos Alberto Roque Tepedino -fallecido luego de la sentencia del tribunal de juicio-.
En el pronunciamiento se examinaron los sucesos ocurridos en uno de los centros clandestinos de detención más paradigmáticos que montó la última dictadura sufrida en nuestro país, identificado como “A.B.O.”: “Atlético”, “Banco” y “Olimpo”. Se trató de un único centro que mudó su sede sucesivamente, pero que mantuvo en lo sustancial sus guardias, detenidos, modo de operar e, incluso, su mobiliario. Funcionó al menos desde febrero de 1977 hasta enero de 1979, bajo la órbita operacional del entonces General de División Carlos Guillermo Suárez Mason a cargo del Comando del Primer Cuerpo del Ejército correspondiente a la Zona de Defensa I.