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El juez federal de Quilmes Luis Armella, que tiene a su cargo la ejecución de la sentencia de la Corte Suprema "Mendoza" que ordenó limpiar el Riachuelo, intimó a la Autoridad de Cuenca -ACUMAR- a ordenarse y fortalecerse institucionalmente.
Lo hizo a través de una resolución en la que reconoce la autonomía de la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo y la exhorta a organizarse a fin de llevar a cabo la tarea de saneamiento ambiental que le encomendó el Máximo Tribunal en el fallo "Mendoza". Así, intimó a ACUMAR a presentar un informe sobre su situación interna y las medidas adoptadas a fin de ordenarse institucionalmente antes del 8 de junio próximo, bajo apercibimiento de imponerle multas.
La decisión
En primer lugar, Armella reafirma que ACUMAR es un ente "interjurisdiccional autónomo y autárquico".
En esa línea sostiene que "resulta imprescindible exigir a dicha autoridad que a través de su organización, conformación y facultades, reglamente a través del Consejo Directivo, la normativa y procedimientos a llevar a cabo con el objeto de dar fiel y acabado cumplimiento con la ejecución del fallo dictado por nuestro Máximo Tribunal".
As{i, entre otras medidas, ACUMAR deberá implementar un esquema administrativo de organización interna; establecer y definir sus sedes edilicias, y la competencia que tendrá cada una de ellas; intervenir sobre la habilitación de los establecimientos que se asienten en la cuenca hídrica, en lo concerniente a materia ambiental y realizar convenios con las distintas fuerzas de seguridad que permitan aportar la seguridad necesaria para el cumplimiento de las acciones que se realicen.
También deberá unificarse en forma clara el poder de policía ambiental que posee la Autoridad de Cuenca sobre la cuenca hídrica en cuestión, implementando y estableciendo las facultades de control y prevención en materia ambiental, que poseerán los funcionarios de esa autoridad por sobre las autoridades locales.