CENTRO DE INFORMACIÓN JUDICIAL AHORA EN TELEGRAM
SUSCRIBITE A NUESTRO CANAL Y RECIBÍ LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
CENTRO DE INFORMACIÓN JUDICIAL AHORA EN TELEGRAM
SUSCRIBITE A NUESTRO CANAL Y RECIBÍ LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
En el marco de la causa en la cual se investigan los crímenes llevados a cabo en por el personal del Primer Cuerpo del Ejército, y específicamente en la investigación focalizada de los delitos cometidos en los centros clandestinos de detención “Atlético, Banco y Olimpo”, el juez Daniel Rafecas dispuso el procesamiento y la prisión preventiva del comisario retirado de Policía Federal Ricardo Valdivia.
El juez en la resolución tuvo acreditado que Valdivia tuvo actuación en las sedes “Banco” y “Olimpo” del citado centro clandestino con los apodos de “Valderrama” y “Miralejos” durante prácticamente todo el año 1978, período en el que intervino en los secuestros, las guardias, en la aplicación de torturas y en los interrogatorios a los detenidos ilegales.
Rafecas había dispuesto la detención de Ricardo Valdivia en mayo de 2012 y para ello se realizaron diversas investigaciones encomendadas sucesivamente a distintas dependencias de la Policía Federal, Gendarmería Nacional y, finalmente, la Policía de Seguridad Aeroportuaria que pudo detener al prófugo en agosto de este año.
Valdivia, que aparece en la investigación como un importante actor en el despliegue represivo del centro clandestino, se desempeñó en la Dirección General de Inteligencia Superintendencia de Seguridad Federal a las órdenes del fallecido coronel Enrique Ferro, del Comando de Subzona Capital Federal del Primer Cuerpo de Ejército quien también fue superior del jefe del centro clandestino, el fallecido mayor del Ejército Guillermo Minicucci.
Además de los documentos hallados, Rafecas tomó especialmente en cuenta el testimonio de los sobrevivientes del centro clandestino como Mario César Villani, Isabel Mercedes Fernández Blanco de Ghezan y Daniel Aldo Merialdo, entre otros.
En el procesamiento, el juez tuvo por probado no sólo que Valdivia intervino como autor en la privación ilegal de la libertad y en la aplicación de tormentos de 202 personas que estuvieron cautivas en el centro clandestino, bajo condiciones infrahumanas de existencia, como la sujeción, la falta de alimentación, la falta de higiene, la prohibición del habla, las amenazas constantes de muerte y tortura, la exposición a desnudez, entre otras; sino que también el juez estimó que Valdivia fue cómplice necesario del homicidio de 19 de esas víctimas que el día 6 de diciembre de 1978 egresaron del “Olimpo”, para su posterior homicidio.
En la resolución se sostuvo que las formas de egresos del centro clandestino de detención eran distintas según el destino asignado a la víctima, y que en el caso de que se hubiere decidido la muerte de una persona se simulaban “traslados masivos de detenidos”, que encubrían el inmediato homicidio de los mismos. Los “traslados-homicidos”, como eligió llamarlos Rafecas, “generalmente eran precedidos de un ritual que consistía en la apertura de celdas, la lectura del listado de personas que serían “trasladadas”, quienes una vez que escuchaban su nombre o identificación, debían dar un paso al frente, luego de lo cual debían marchar en fila india y despojarse de las ropas que podían «reutilizarse»”.
La existencia de tal práctica generalizada, sostuvo Rafecas, permite resignificar el aporte de las personas que con conocimiento de que ese grupo de víctimas iba a configurar un “traslado-homicidio”, los mantuvo en la situación de cautivos en el centro clandestino.
El procesamiento de Valdivia forma parte de una reciente línea de investigación, focalizada en la existencia de “traslados-homicidios” en los centros clandestinos de detención que pertenecieran al ámbito de actuación del Primer Cuerpo del Ejército, y a raíz de la cual el juez procesó previamente al auxiliar de Policía Federal Eduardo Ángel Cruz, el primer alférez de Gendarmería Juan Miguel Méndez, el entonces cabo de Policía Federal Raimundo Oscar Izzi, y el oficial de Policía Federal Pedro Santiago Godoy, ya condenado por su actuación en el centro clandestino de mención.
El centro clandestino Atlético-Banco-Olimpo funcionó entre mediados del año 1976 e inicios del año 1979; en la causa del Primer Cuerpo del Ejército fue por el momento probado que en él estuvieron cautivas al menos 250 personas, que fueron sometidas a tratos inhumanos y degradantes equiparables a la imposición de torturas.
De esta forma, Valdivia se suma a los 29 procesados por el juez Rafecas -de los cuales 20 fueron elevados a juicio-, por los crímenes cometidos en el citado centro clandestino, y entre los cuales se encuentran Samuel Miara, Roberto Antonio Rosa, Julio Héctor Simón alias “el Turco Julián” y Raúl Antonio Guglielminetti.