CENTRO DE INFORMACIÓN JUDICIAL AHORA EN TELEGRAM
SUSCRIBITE A NUESTRO CANAL Y RECIBÍ LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
CENTRO DE INFORMACIÓN JUDICIAL AHORA EN TELEGRAM
SUSCRIBITE A NUESTRO CANAL Y RECIBÍ LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
En el marco de la causa “Primer Cuerpo de Ejército”, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 3, el juez Daniel Rafecas procesó a los represores Argentino Ríos y Luis Muiña por los homicidios calificados de un médico y un empleado del Hospital Posadas cometidos durante la última dictadura militar.
Se trata de Jacobo Chester y Jorge Mario Roitman, que previo a ser asesinados fueron mantenidos en cautiverio y torturados –tanto por su trayectoria como por el hecho de ser judíos- en el centro clandestino de detención y tortura “El Chalet” que funcionó en el mismo predio del nosocomio y en el que fueron alojadas víctimas que trabajaban en el Hospital.
Chester –un empleado administrativo- y Roitman –médico clínico- fueron secuestrados a fines de 1976; el cuerpo del primero fue hallado en diciembre de ese año en aguas del Río de la Plata, en la dársena F del Puerto de Buenos Aires, en un estado calamitoso que puso en evidencia las torturas previas a las que fue sometido durante su cautiverio.
En el caso de Roitman, los testigos dieron cuenta de las especiales torturas a las que fue sometido, que incluyeron hasta el empalamiento. Fue visto en circunstancias tales que permitieron acreditar su muerte, aunque sus restos aún no fueron hallados.
Los detenidos del centro clandestino recordaron los comentarios oprobiosos de los represores sobre la condición de judíos de las víctimas y las burlas sobre la muerte de ambos.
Ríos y Muiña formaron parte del cuerpo de seguridad interna del Posadas, contratado por el Coronel Médico Julio Ricardo Esteves, director militar del nosocomio. Este grupo de choque, denominado grupo “SWAT” por los empleados del hospital, estableció un régimen de terror colectivo dentro del hospital Posadas, deambulando por el establecimiento haciendo exhibición de armas, amenazando, deteniendo y sometiendo a diverso tipo de humillaciones a la comunidad hospitalaria.
Muiña ya fue condenado en diciembre de 2011 por las detenciones y torturas de “El Chalet” del Hospital Posadas, pero no así por los homicidios.
Rafecas destacó nuevamente la paradoja de que fuera instalado un centro clandestino de detención y tortura en una institución al servicio de la salud así como la sobrerrepresentación del colectivo judío en el universo de víctimas de la dictadura.