El Tribunal de juicio de la Cámara Primera en lo Criminal de General Roca presidido por el Dr. Carlos A. Gauna Kroeger, e integrado por los Jueces Subrogantes Dres. María E. García Balduini y Fernando Sánchez Freytes; con la presencia de la Fiscal de Cámara Dra. Laura Perez, el Defensor Dr. Alberto Riccheri y la imputada Susana Graciela Freydoz, desarrolló la última audiencia y los alegatos en la causa en la que se juzgó a Freydoz  por el delito de homicidio calificado por el vínculo agravado por la utilización de un arma de fuego, por el hecho ocurrido el 1 de enero de 2012 y del que resultara víctima su marido, Carlos Ernesto Soria.

Finalizada la etapa probatoria y la incorporación de la prueba, se llevaron a cabo los alegatos y en primer término lo hizo la Fiscal de Cámara Dra. Laura Perez, quién consideró acreditado el hecho y coincidió además en sostener la calificación legal de la requisitoria fiscal por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, agravado por la utilización de un arma de fuego” (arts. 80, inc. 1ro., 41 Bis y 45 del Código Penal). Solicitó su condena y que se le imponga la pena de prisión perpetua, accesorias legales y costas. Asimismo, que en caso de que la sentencia haga lugar a la acusación y le imponga pena de prisión, se disponga su inmediata detención como medida cautelar.

Ante los camaristas la Dra. Pérez descartó el estado de emoción violenta por entender que no estaban acreditados los elementos que la constituyen; a todo evento, tampoco existen las circunstancias que la harían excusable. La Fiscal descartó además que se den circunstancias extraordinarias de atenuación previstas en la última parte del art 80 del Código Penal, por considerar fundamentalmente que el vínculo en esta pareja se mantenía intacto.

Por su parte, el abogado defensor de Susana Freydoz, Dr. Alberto Riccheri inició su alegato planteando su disidencia con la  petición del Ministerio Público y abogó por la absolución de culpa y cargo de su defendida basando su pedido de absolución en consideraciones doctrinarias sobre la teoria del delito, señalando que no se daban en el caso a decidir. Criticó el trabajo de los peritos criminalísticos y de los médicos forenses, consideró factible la ocurrencia de un accidente, eventualmente de un hecho culposo. Planteó asimismo la inimputabilidad de su asistida, e invocando otras razones de fondo, peticionó la absolución. Finalmente, como planteos subsidiarios, evaluó la posibilidad de aplicar la figura de Homicidio Culposo ó del Homicidio en estado de Emoción Violenta Excusable, pidiendo –en tal caso- se le aplique la pena mínima.

Antes de finalizar la audiencia, el Presidente de la Cámara le concedió la palabra a la acusada, quien optó por no formular ninguna manifestación. A continuación se procedió al cierre del debate y se fijó fecha de lectura de sentencia para el día 20 de noviembre próximo a las 18.00 hs.

El juicio comenzó el 15 de octubre pasado y durante todo el proceso judicial,  declararon 31 personas entre testigos y peritos (médicos, psiquiatras, psicólogos y criminalísticos)  quienes brindaron sus testimonios ante el Tribunal de juicio, en el Salón Auditorio de la Ciudad Judicial en General Roca, y sólo uno fue desistido por acuerdo de las partes, sobre el total de 32 ofrecidos inicialmente.

En la causa se juzga a Susana Graciela Freydoz a quién se le atribuye el hecho ocurrido el día 1 de enero de 2012, aproximadamente a las 4.00 horas en la vivienda ubicada en la Chacra Nº 194, sita a la vera de la Ruta Nº 6, en la zona rural de esta ciudad de General Roca, Provincia de Río Negro.  Minutos antes de la hora previamente indicada, luego  de haber finalizado una reunión familiar que se realizó en el lugar con motivo de los festejos de año nuevo, Carlos Ernesto Soria se retiró a descansar a la habitación que compartía con su esposa Susana Graciela Freydoz. Inmediatamente esta última que se encontraba junto a su hija (…) en el sector cocina-comedor ordenando y lavando elementos que habían sido utilizados en la fiesta, dejó lo que estaba haciendo y se dirigió a la habitación matrimonial cerrando la puerta que separaba esa dependencia del resto de la casa de un “portazo”. Ya en el interior de la habitación, luego de mantener una breve discusión con su esposo Carlos Ernesto Soria, tomó el arma de fuego que se encontraba en ese lugar, un revólver calibre 38 marca “Smith and Wesson” y disparó con el mismo a su esposo, mientras este se encontraba acostado sobre el lecho conyugal, ingresando el proyectil en la zona malar izquierda de Carlos Ernesto Soria, causándole lesiones encefálicas hemorrágicas y destructivas que a los pocos minutos le produjeron su muerte.